La Ciudad Sagrada de Quilmes

La historia de los pueblos originarios que habitan, desde hace 12.000 años, la región andina del Noroeste argentino. Cómo, desde sus orígenes nómades, estos pueblos de los Andes del sur fueron respondiendo, de manera creativa y original, a las necesidades de un entorno extremo, transformándose y alcanzando niveles complejos de organización religiosa, cultural, política y social. La investigación arqueológica, antropológica y etnohistórica nos permite conocer cómo las culturas omaguaca, atacama y diaguita, entre otras, fueron incorporadas al Imperio inca y, luego, reducidas e invisibilizadas por la cultura occidental, en un largo proceso que comienza con la conquista española y llega hasta nuestros días.

La Ciudad Sagrada de Quilmes.

Desde tiempos inmemoriales esta Ciudad fue el centro de desarrollo social y cultural de nuestro pueblo de Quilmes, en el arte, la medicina, la alimentación, la astrología, la arquitectura, y sobre todo nuestra cosmovisión o espiritualidad.
Además en ella están nuestros Centros Ceremoniales de mayor significancia donde Titaquines, Sabios y Maestros realizaban ceremonias y ofrecían los conocimientos, basados en el respeto a nuestra Madre Tierra y todo lo que nos rodea.
Se encuentran en ella los restos de quienes murieron en la defensa de nuestro territorio y la libertad, ante la invasión colonial, siendo un símbolo de la resistencia de la Nación Diaguita a la invasión extranjera. En este lugar está la sangre derramada por nuestros mayores en la resistencia a la usurpación territorial y a la invasión cultural.
Es por ello que para nosotros toma el carácter de “Ciudad Sagrada”. Los legítimos herederos, solicitamos la restitución de nuestro patrimonio ancestral que nos fuera expropiado, utilizado y explotado para fines comerciales sin nuestro consentimiento libre previo e informado.


Cronología de los Hechos


El estado actual de nuestro patrimonio es el resultado de un proceso de intervención por parte del estado provincial, que comenzó en el año 1977, cuando se expropió a terceros usurpadores de títulos, 206 hectáreas de tierras tradicionales del Pueblo Quilmes, y se llevó a cabo la reconstrucción del sitio por parte del gobierno.
En 1992, durante la Gobernación de Ramón Ortega se otorgó en concesión al empresario Héctor Eduardo Cruz por un período de 10 años, la suma a abonar en concepto de canon por la concesión era de $110, que nunca fue abonada al patrimonio provincial. Se permitió a este empresario, la construcción de un Hotel (con piscina incluida) dentro de la misma sin estudios de impacto, relevamientos, consulta, participación y consentimiento de la comunidad, lo que ha producido un daño irreparable.
La CIQ ha realizado una presentación judicial para evitar la prórroga de la concesión que venció en 2002, este amparo fue ganado por la Comunidad. La Sentencia ordenó a la provincia de Tucumán “Prevenir al Poder Ejecutivo que debe dar participación a la CIQ en aquellos trámites administrativos relativos a las Ruinas de Quilmes que puedan incidir en su esfera de intereses”. La provincia de Tucumán dispuso rescindir el contrato en virtud de que la concesión se encontraba vencida y Cruz no había efectuado los pagos de los cánones debidos al Estado. Sin embargo, y pese a que no fue renovada la concesión, Cruz siguió explotando la Ciudad Sagrada de Quilmes.
Fueron infructuosos los reclamos de los comuneros por recuperar su sitio sagrado, hasta que el día 28 de noviembre de 2007 nuestra Comunidad resolvió constituirse en Asamblea Permanente, cortando el acceso a la Ciudad Sagrada, reclamando al estado provincial
1) La Inmediata ejecución del Dec. 2731/1 y
2) La Restitución de nuestra Ciudad Sagrada.
Ante la exigencia del pueblo, el día 13 de diciembre de 2007 fue desalojado por la fuerza pública Cruz y su gente. No obstante, no cumplieron con la exigencia del punto 2.
En ejercicio de nuestros derechos como herederos legítimos de nuestros antepasados hemos decidido tomar posesión de nuestra Ciudad Sagrada el día 9 de enero de 2008 permitiendo el acceso al visitante y mostrarles la ciudad.


Organización Comunitaria


La Comunidad India Quilmes está constituida por los pueblos de EL PASO, LOS CHAÑARES, EL CARMEN, QUILMES BAJO, QUILMES CENTRO, RINCON DE QUILMES, LAS CAÑAS, EL BAÑADO, ANJUANA, TALAPASO, EL PICHAO, COLALAO DEL VALLE, EL ARBOLAR, Y ANCHILLOS.
500 años nos mantuvieron en el olvido, la negación y el silencio. Los Pueblos organizados comunitariamente nunca seremos vencidos!
Prolongamos la lucha heredada de nuestros antepasados y defendemos nuestro Territorio de todos los expropiadores, usurpadores y de las explotaciones mineras que con su contaminación ambiental amenazan nuestra supervivencia.
Llamamos a la solidaridad de nuestros hermanos, a toda la comunidad que habita el suelo argentino y a la comunidad internacional a sumarnos esta lucha en defensa de la vida de todos los seres vivos, en el marco de la hermandad y del respeto mutuo entre los pueblos.



El Territorio

Para nosotros, “El Territorio” es el lugar que ocupamos desde antes de la conquista. Somos integrantes de la Nación Diaguita, y nuestra posesión tradicional en este territorio se remonta a miles de años.
No admitimos divisiones occidentales (superficie, subsuelo, aire, agua, fauna, flora, propiedad privada). Nuestro territorio comunitario abarca todos estos elementos y la espiritualidad de la MADRE TIERRA que permite nuestra existencia.
El territorio forma parte de la identidad, cultura, cosmovisión, espiritualidad como Pueblo. Preservar el territorio es defender nuestra Vida y Honor.
El Estado se reserva nuestros recursos y expropió nuestra Ciudad Sagrada; terratenientes han usurpado heredado y vendido tierras, inscrito
 parte de él en títulos, no obstante ello, seguiremos reivindicando nuestro territorio ancestral hasta obtener la RESTITUCIÓN del mismo.
Tenemos la POSESIÓN TRADICIONAL de la mayor parte del territorio ancestral. Sustentamos nuestra REIVINDICACIÓN en el marco de instrumentos legales de reconocimiento como el Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, Convenio 169 de la OIT y el Art. 75, Inc. 17 de la Constitución Nacional, Art. 149 de la Constitución de la prov. de Tucumán, y la Cédula Real de 1716 reconocida al entonces Cacique del Pueblo Quilmes don Diego Utivaitina.


Preexistencia y Continuidad en Territorio

La historia oficial nos enseña que no quedaron pueblos indígenas en nuestro valle y que los Quilmes fueron todos llevados a Buenos Aires donde desaparecieron.
Nuestra recopilación histórica y documentación como la CEDULA REAL de 1716, o sea 50 años después que la historia nos sepulta, el Cacique de Quilmes don Diego Utivaitina recibe de manos de los representantes del Rey de España esta cedula que era un RECONOCIMIENTO del territorio que aún vivíamos los Quilmes y los Amaichas. Parte de su texto dice: “Bajo cuyos límites damos la posesión real, temporal y corporal al susodicho Cacique, para él, su Indiada, sus herederos y sucesores: Y ordenamos al Gran Sánchez que está siete leguas de Tucumán abajo, deje venir a los Indios que se le encomendaron por el referido tiempo de diez años para que instruidos volviesen todos a sus casas como dueños legítimos de aquellas tierras, para que las posean ellos y sus descendientes”.
Nunca dejamos de existir, nuestro pueblo exige del Estado una REPARACION HISTORICA dado que el Estado argentino está fundado sobre la base de un genocidio, negación de nuestra existencia y la sistemática expropiación de nuestros territorios ancestrales.
El manejo del patrimonio territorial implica resolver las cuestiones jurídicas que garanticen su integridad.

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